¿Cómo salir de una relación intermitente?

Las relaciones intermitentes hacen más daño que otra cosa, y aunque en el fondo lo sabemos, toma mucho tiempo admitirlo y hacer algo al respecto.

Este tipo de relaciones son realmente tóxicas e insanas para nuestra salud mental y nuestra autoestima, así que si estás planeando cortar ese círculo vicioso con esa persona que no te hace bien, toma esto como tu señal.

Pero, claro, yo he estado ahí y sé que es difícil saber realmente cómo salir de una relación intermitente.

En mi experiencia personal y como life coach, he notado que hay cinco pasos que sí funcionan para cortar de raíz esta relación tormentosa que no te está haciendo bien.

1. Trabajar en tu miedo a la soledad

Es normal que cuando terminamos una relación lo primero que nos afecta más es el hecho de sentirnos solas.

Sobre todo al terminar una relación tóxica, nuestra mayor preocupación es que nos quedamos solas porque ese tipo de relación nos hace sentir inseguros al respecto.

Y es ahí cuando empezamos a pensar que no hay nadie más que nos pueda querer, que no somos lo suficientemente buenas para que alguien más nos quiera y todas estas cosas que nos debilitan.

En esta primera etapa es normal que estés llena de preguntas y que te sientas no solamente sola sino también vacía, por eso creo que lo primero que tenemos que hacer es trabajar en este miedo.

¿Cómo puedo dejar de tenerle miedo a la soledad?

Lo primero que puedes hacer para dejar de sentir miedo a estar sola es atravesar este miedo y dedicarte tiempo para conocerte mejor y para eso te dejo varios trucos en este artículo.

A veces llegamos a cierta edad y no sabemos qué es eso que nos gusta de verdad, qué es eso que nos llena por dentro o nos identifica como personas, porque hemos dedicado todo nuestro tiempo y energía a otra persona y lo que hacemos es que intentamos agradarles y convertirnos en la versión perfecta para esta persona.

Y el resultado de esto es que te abandonas, ignoras tus necesidades o intereses porque lo que quieres es agradarle a esta persona.

La buena noticia es que así como te pierdes, te puedes recuperar.

Para eso, necesitas tiempo de calidad contigo misma y experimentar cosas nuevas y permitirte descubrir nuevos intereses y hobbies.

Aprovecha este tiempo para conocerte y ponerte de primera en la lista.

También podrías conocer nuevos amigos y aprender a quitarle peso a lo que los demás piensen de ti.

2. Necesitas establecer límites

Los límites con esta persona van a ser súper importantes para salir de una relación tóxica y alejarte de esa persona que tú sabes que no te hace bien.

Uno de los escenarios más comunes en estos casos es que la persona no se interesa por tu vida, no te ha escrito en meses o en semanas pero de repente, un día que menos te lo esperas, a las 11:00 pm o a cualquier otra hora random, recibes un mensaje de esta persona.

La razón de este mensaje puede ser que está aburrido, que tiene algún tipo de sentimiento de culpa o simplemente que de forma consciente o inconsciente necesita alimentar su ego sabiendo que tú estás ahí todavía para él o ella, que aún te importa o que todavía piensas en él.

Si tú le respondes, inevitablemente volverás a ese círculo vicioso de esta relación intermitente de la que precisamente estás intentando salir.

Entonces, parte de estos límites es hacerle entender a esta persona que tú no eres un objeto o algo que va a estar ahí para cuando esa persona se sienta con ganas de usar.

Tú eres una persona valiosa, una persona completa, y no tienes por qué estar llenando esos espacios de aburrimiento de esa persona.

Tú mereces a una persona que te quiera en todo momento y que te de su atención.

Pero hasta que tú no entiendas y actúes de acuerdo a esto, entonces esa persona va a sentir que puede hacer lo que quiera contigo.

Tú eres la única que puede decir NO.

Tú eres la única que puedes poner esos límites para protegerte.

3. Deja de mantener el contacto con esa persona

Y con esto me refiero especialmente a las redes sociales, pero también incluye dejar de preguntar por esa persona a los amigos en común o de querer saber qué hace o deja de hacer.

Lo que hace adictiva esta situación es estar siempre pendiente de la otra persona y alimentar esa curiosidad de con quién, dónde y cómo está.

Seguir teniendo a esta persona tan presente nos hace daño porque nos puede remover muchos sentimientos que nos pueden hacer dudar de nuestra decisión de acabar con esa relación.

Si ya sabes que esta persona juega contigo, que no es buena para ti o que no te dedica la atención y el amor que tú te mereces ¿por qué tienes que darle un lugar en tu vida que no merece?

Y creo que en esto las redes sociales nos pueden afectar mucho.

Deja de seguir o mutea a esa persona que no te hace bien.

Este acto tan simple es un acto de protección y de cuidado para ti misma.

Porque de repente llega ese día donde te sientes mejor, donde sientes que estás superando esta relación y ¡pum!: ves una foto de esa persona o algo relacionado con esa persona y se remueven sentimientos de rabia, de tristeza o de añoranza que no van a beneficiar en nada tu proceso.

Esto es normal, pero es importante que tomes el control y evites ponerte en una situación como esta.

También te invito a borrar todo lo que tienes en tu teléfono o computadora relacionado a esa persona.

Las fotos de los buenos momentos juntos pueden llevarte a echarle de menos y a idealizar esa relación.

Se te olvida lo malo, los desplantes, las peleas y todas las razones por las cuales decidiste terminar con esta relación tóxica e intermitente.

La idea es que te hagas más fácil este proceso que ya es complicado y duro en sí mismo y que no te pongas trampas en el camino a ti misma.

4. Deja atrás la culpa

Sí, cuando una relación se termina, las dos personas han contribuido para que esa relación haya llegado a ese punto, y está bien aceptarlo y entenderlo.

Podemos admitir nuestro grado de responsabilidad y nuestros errores, pero no debemos juzgarnos ni darnos con un látigo por lo que pasó o no pasó.

La culpa aquí no te va a dejar avanzar.

Yo te propongo una forma más sana de gestionar esta emoción en este artículo.

Sin embargo, ahora lo importante es que entiendas que no es tu responsabilidad cambiar a nadie ni hacer tú sola el trabajo de dos.

Tampoco puedes hacerlo porque el cambio depende de cada quien.

Si esa persona no quiere cambiar, no hay nada que humanamente hayas podido hacer para cambiarlo.

Ese trabajo interno es su responsabilidad, no tuya.

Tú tienes que hacer tu propio trabajo interno y te tienes que poner de primera.

Imagina que eres un vaso con agua. Si intentas sacar tu agua para dársela a otro vaso que la está derramando, entonces esa agua se pierde.

Lo mismo pasa con tu energía.

Si intentas cambiar a alguien que no hace nada para mejorar, vas a terminar drenada y sin energía.

5. Elimina las creencias limitantes

Si tú no crees que el amor que te mereces está allá afuera, esperándote, entonces nunca lo vas a encontrar.

Si no te sientes suficiente, si crees que te están haciendo un favor quedándose contigo, si crees que es suficiente la compañía de una persona aunque la relación no sea buena, si prefieres eso a estar sola, entonces tú misma te estás conformando con menos de lo que realmente mereces.

Y es vital que no te acostumbres a recibir solo eso en tu vida.

Cuando sabes lo que vales, eres capaz de establecer límites y eres capaz de no recibir menos de lo que esperas porque sabes que así como das, tienes todo el derecho de recibir.

No es posible que siempre des y no recibas nada.

Una relación no se puede sostener de una sola persona que haga todo el esfuerzo.

Pero necesitas internalizar esto, creerlo y tenerlo siempre muy presente para que no permitas que el ciclo se repita una y otra vez.

Y, sí, yo sé que esto parece más fácil en la teoría que en la práctica y que cuesta muchísimo empezar, por eso creé el Workshop Eleva tu autoestima que tuvo tan buena acogida que decidí dejarlo grabado para ti, para que puedas verlo todas las veces que necesites y tomar todas las notas que quieras.

También recuerda que puedo acompañarte por un periodo prolongado a través de mis programas de coaching personalizados y donde te daré herramientas que se ajusten a tu situación en concreto, a lo que hoy quieres y necesitas trabajar en ti y a tu tiempo y estilo de vida.