¿Cómo superar el miedo? 4 técnicas que me han ayudado

El miedo es algo que está ahí, siempre presente.

Aunque lo intentemos, no lo podemos dejar atrás por completo.

De alguna manera, hemos aprendido a tener una relación con el miedo.

En mi caso no ha sido diferente.

Creo que es prácticamente imposible que no sintamos miedo cuando queremos hacer algo nuevo, cuando nos enfrentamos a un cambio o cuando estamos a punto de tomar una decisión importante en nuestras vidas.

Lo incierto, el no saber qué va a pasar, si es la mejor opción o no, da mucho temor y es por eso que a veces posponemos esas decisiones tan importantes en nuestras vidas.

Esto puede pasar en cualquiera de las áreas de nuestras vidas.

Puedes tener miedo a enamorarte nuevamente, miedo a hablar en público, miedo a hablar con tu jefe y pedirle ese aumento que sabes que te mereces, etc.

Y aunque muchas veces nos han enseñado que el miedo hay simplemente minimizarlo, no creo que esa sea la opción más adecuada.

En mi experiencia personal y como life coach, creo que se trata más de prepararnos y de conseguir herramientas que nos permitan entender de dónde viene y a transitarlo con más seguridad para que no nos limite.

Todo tiene un proceso.

Todo tiene una preparación.

Si aprendemos, si tenemos una técnica, entonces podremos abordar el miedo desde una forma realista y exitosa.

A continuación, comparto contigo cuatro técnicas que te ayudarán a darle respuesta a la pregunta de hoy: ¿cómo superar el miedo?

¿Qué es el miedo?

Me gustaría que sepas que el miedo es natural.

Sentir miedo es absolutamente normal.

No eres más débil que otros por sentir miedo, simplemente estás experimentando una emoción natural.

Todos tenemos miedo a algo.

De hecho, es una de las emociones que son tan básicas que las compartimos con los animales.

Pero, ¿qué es el miedo?

Esta emoción se caracteriza por hacernos sentir calor, bloqueo, sudoración, angustia, y otros malestares intensos en nuestro cuerpo como respuesta a la percepción de peligro que puede ser real, como estar en una situación violenta donde nos pueden hacer daño, o imaginaria, que bien puede ser solamente la idea de que algo malo nos puede pasar.

Algunos especialistas incluso afirman que hay algunos miedos inherentes al ser humano, algunos de ellos son el miedo a la muerte o el miedo a la incertidumbre.

LEER TAMBIÉN Miedo a expresar mi opinión, ¿cómo puedo hablar con seguridad?

¿Cómo enfrentar el miedo?

como-vencer-el-miedo-y-la-inseguridad

1. Nombrarlo y reemplazarlo

Olympia LePoint, una científica espacial estadounidense que ayudó a diseñar cohetes para 28 de las misiones del transbordador espacial de la NASA entre 1998 y 2007, habla en su charla de Ted Talk sobre cómo ella ha enfrentado el miedo.

Lo primero que ella hace es nombrar a ese miedo.

A veces ni sabemos qué nos causa ese miedo.

¿Es el fracaso?

¿Es miedo al rechazo?

¿Qué me hace sentir ese miedo?

Esta es una técnica muy poderosa para poder enfrentarlo, para poder desgranarlo y poder saber de dónde viene pero, sobre todo, para pasar al segundo paso:

Reemplazarlo.

Reemplazar ese pensamiento de todo lo malo que puede suceder por pensamientos positivos.

Y no es ser positivos porque sí, es permitirnos ver todas las posibilidades positivas y todo lo bueno que puede pasar al otro lado del miedo, si nos atrevemos, si hacemos eso que tanto queremos.

Es ver el abanico de opciones que hay y no simplemente centrarnos en las fatalistas.

Es importante pensar en esa sensación que vas a tener cuando te llamen para decirte que quedaste en ese trabajo que estabas deseando.

O pensar en ese momento en el que todos se van a levantar a aplaudir después de hablar en público.

En fin, pensar en ese momento de felicidad o de ilusión cuando las cosas salgan como esperas para poder reemplazar todos esos escenarios terribles en los que el miedo te está haciendo pensar.

2. No es miedo, es emoción

Mel Robbins es una autora americana que me gusta muchísimo, ella tiene un libro que se llama La regla de los cinco segundos, y su punto de vista sobre el miedo tiene mucho que ver con el de Olympia LePoint.

Ella nos habla sobre la emoción y el miedo y nos explica que los procesos que se dan durante ambas situaciones son los mismos:

  • Estamos agitados

  • El corazón late más rápido

  • La respiración se acelera

  • Sudoración de las manos

Y ella explica cómo podemos tomar ventaja de esto y enviarle el mensaje correcto a nuestro cerebro.

Es decir, ella dice que debemos aprovechar para decirle a nuestro cerebro que estamos emocionados y no asustados.

Ella directamente pone el ejemplo de su miedo a hablar en público en sus conferencias y dice que justo cuando le ataca el miedo estando detrás del escenario, pronuncia las siguientes palabras:

“Estoy emocionada. Estoy demasiado emocionada por salir ya al escenario”.

Si bien ella sabe que lo que siente es miedo, ella decide enviarle un mensaje consciente a su cerebro para que reciba la información que más le va a beneficiar.

Y es algo que está científicamente probado.

Pero no es mágica.

Es una técnica que debe acompañar a otros comportamientos y herramientas que complementen a esta.

LEER TAMBIÉN ¿Cómo hacer un vision board que funcione?

3. Habla de tus miedos

El miedo se alimenta del silencio porque vive en tu mente y se hace más y más grande.

Es importante que tengas o crees espacios seguros en los cuales hablar de tu miedo o simplemente soltarlos.

Hablarlos con amigos, con tu pareja, con tu familia, con tu coach o terapeuta puede ayudarte a ver las cosas de otra manera, quizá a ver que esa situación no es tan grande como el miedo te está haciendo verla, puede también aliviarse saber que ellos han sentido miedo, puedes obtener información y estrategias para enfrentarlo, puedes motivarte con sus puntos de vistas o simplemente te servirá para desahogarte.

Por supuesto, es importante que sea un espacio seguro donde encuentres apoyo y no te sientas juzgada porque entonces será peor.

Puedes también escribirlos y ser tan detallada, honesta y extensa como lo necesites.

No necesitas compartirlo si no quieres, pero te servirá para sacar eso que sientes de tu sistema y no obsesionarte con esto.

No dejes que se quede dentro de ti.

4. Acepta que fallar es una opción

Si bien te he dicho que te permitas pensar en qué es lo mejor que puede pasar al traspasar el miedo, también es importante que entiendas que existe la posibilidad de fallar.

Es una posibilidad, sin más.

Y como tal hay que aceptarla y poder ver que no es el fin del mundo.

Fallar nos puede enseñar mucho de nosotros.

Fallar es una oportunidad para hacerlo mejor la próxima vez.

Y no todo es un fallo en sí mismo aunque así lo parezca a primera vista.

Por ejemplo, ese no es el único empleo al que vas a poder aplicar. Si se te cierra la puerta, probablemente es porque algo mejor te espera a la vuelta de la esquina.

Y ese es tan solo un ejemplo.

Verlo como una posibilidad y ser realistas ante ello nos hace desmitificar y perderle el miedo.

Todos estos consejos de hoy se pueden, y es importante, combinar con otras acciones y es precisamente una de las cosas que más trabajo con mis clientes en mis sesiones de coaching personalizadas.

Algunas de ellas pueden ser:

Hay muchas herramientas más que dependerán de cada persona y de cada situación que necesitemos abordar, no hay una fórmula mágica para todo el mundo pero juntas podemos trabajar con lo que mejor se ajuste a ti.

Por supuesto, durante todo este artículo he abordado el miedo a tomar acción, el miedo que te paraliza a hacer los cambios que realmente quieres ver en tu vida o a luchar por lo que mereces.

Si sientes que el miedo te supera, que tu miedo es una fobia.

Si consideras que tu miedo te impide hacer cosas básicas en tu día a día, como salir de casa, relacionarte con las personas, o cualquier otra cosa, es importante que acudas a un especialista.

Es importante y muy valiente de nuestra parte reconocer cuando necesitamos ayuda, reconocer cuando no podemos solas.

Si ese es tu caso, es momento de hacerlo.

Anterior
Anterior

¿Cómo encontrar tu propósito este 2023?

Siguiente
Siguiente

5 prácticas para cerrar el año con buena energía